GANANDO ALMAS PARA CRISTO.

                                           GANANDO ALMAS PARA CRISTO.    

Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo, y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Hechos 2:47

   Llevar a alguien a Cristo, es un privilegio y debe ser el mayor gozo para toda persona. Desafortunadamente, hoy en día la pasión por ganar almas para Cristo ha decaído por diferentes motivos; algunos piensan que llevar las buenas noticias de salvación no es su responsabilidad, sino, una labor reservada para pastores o evangelistas. Otros no lo hacen por temor o porque no saben que decir. El resultado de esto es que pocos creyentes ganan almas para Cristo mientras la gente continúa herida, afligida y perdida en el dolor y la angustia. El mundo necesita un toque de Dios que transforme sus vidas, y solo nosotros como creyentes, podemos llevarles las buenas noticias que Cristo lo puede sanar, liberar y restaurar.

  

 Ganar almas es el corazón de Dios.. Nosotros estamos llamados a ganar almas. Mateo 4.19 dice: "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres".

¿Por qué predicar el evangelio?

   En sus tres años y medio de ministerio, Jesús andaba por las calles y predicaba el evangelio de salvación. Evangelizar era su estilo de vida. Nosotros como sus discípulos, debemos imitarlo, y hacer lo mismo. Evangelizar también debe ser nuestro estilo de vida antes de ascender al cielo, Él nos dejó su mandamiento: "Id por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura" (Marcos 16.15). Pero antes de "ir por todo el mundo" debemos prepararnos.

¿Qué debemos hacer para predicar el evangelio?

1-. Tener compasión. La compasión es la habilidad de identificarse con la situación de otros. Por lo tanto, cuando tenga la oportunidad de compartir el evangelio, demuestre su deseo genuino de ayudar y pregunte a la persona, cual es su necesidad (salud, finanzas, familia, ect) y si puede ore por ella. Las personas buscan una respuesta para su problema y usted tiene lo que ellas necesitan.

2-. Demostrar amistad. Debemos ser ejemplo de amabilidad y amistad con nuestros vecinos. El amor de Dios que demuestre atraerá a aquel que está buscando llenar su vacío. Si está disponible para ellos, lo buscaran para pedir oración y buscar de Dios. Sea luz en las tinieblas y haga la diferencia.

3-. Ver la gente como Dios la ve. En nuestra carne, es difícil atender la necesidad de otros, pero, cuando aprendemos a ver la gente como Dios la ve, se hace fácil ayudar y sentir compasión por el borracho, el maloliente, el intelectual brillante y el orgulloso. Ver como Dios ve significa amar sin condiciones.

4-. Orar. No debemos salir a predicar sin antes pasar tiempo con Dios en oración. Debemos pedir ayuda del espíritu santo para predicar el evangelio. Él nos guiará con sabiduría.

5-. No Juzgar. Muchos están deprimidos, solos o destruidos. Otros viven estilos de vida que desagradan a Dios. Pero nosotros nunca debemos juzgar, solo amarlos en el amor de Cristo y recordar que, aunque odiemos su pecado, Dios los ama y Su hijo también murió por ellos.

   Muchos piensan que lo único necesario para salvar al perdido es la oración. Pero para salvar almas se necesita orar y actuar. Santiago 2.14 dice que la fe sin obras es muerta, por eso muchos hoy en día mueren y van al infierno, porque nos quedamos en la oración, sin actuar. Para compartir el amor de Cristo y su mensaje de salvación solo se necesita el poder y amor de Dios.

Poder y amor de Dios.

   El poder y amor de Dios en nosotros permitirá que abracemos a los que otros rechazan por su apariencia o condición. Evitará que juzguemos o rechacemos a las personas y nos guiará a orar, también a servirles con amor y compasión.

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