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martes, 28 de julio de 2015

ORANDO COMO JESÚS


Por lo cual puede salvar tambien perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ello - Hebreos 7: 25

   Cuando estudiamos acerca de la oración y intersección, lo primero que debemos saber es que Jesucristo es nuestro sumo sacerdote y que él vive para interceder por nosotros ante el Padre. Él vive para interceder por nosotros, y como hijos de Dios podemos alinearnos a su ministerio de intercesión. Hoy aprenderemos cómo conectarnos y hacernos uno con su ministerio.

El ministerio de intercesión de Jesucristo. 

¿Quiere que haya un rompimiento en su vida de oración?, ¿Quiere que haya rompimiento en su matrimonio?, ¿Quiere que haya rompimiento en su familia, hijos?. Ese rompimiento vendrá cuando nos aliniemos con el ministerio de intercesión de Jesucristo. Jesús camino en la tierra tres años y medio, operando y funcionando como un apóstol, profeta, pastor, maestro y evangelista. Él operó en el ministerio quintuple. Sin embargo, ha estado funcionando como nuestro intercesor por más de dos mil años. Eso nos revela la impoortancia de la intercesión y la oración de la iglesia y en nuestras vidas.

   Su vida espiritual nunca irá más allá de su vida de oración. ¿Como podemos luchar contra las tentaciones y los espíritus malignos con sólo cinco minutos de oración?. Necesitamos estar fuertes.

   Es por medio de la oración que tenemos comunión con Dios y somos empoderados para luchar.

   Interceder es pararnos frente a  Dios en representación de alguién más, en representación de nuestra famlia, de nuestro Pastor o de nuestros amigos. Cada creyente debe ser un intercesor. Nosotros debemos ser parte de ese ministerio de intercesión de Jesús. Muchos dira: "Pero yo no soy un intercesor", "ese no es mi llamado". Sin embargo, debemos saber que los intercesores no nacen sino se hacen. Todos estamos llamados a interceder.

   Mucha gente que conocemos necesitan de nuestras oraciones, incluso podemos decir que la mayoría de nosotros no estaríamos vivos - o no seríamos salvos - sino hubiera sido por la oración de alguién más.

¿Cómo alinearnos al ministerio de Jesucristo?

1-. Ministrar a Dios.
   Nunca debemos comenzar nuestras oraciones pidiendo cosas para nosotros mismos.Eso viola el más grande principio del reino, que es dar primero la honra a Dios.

vosotros, pues ,oraréis asi: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre - Mateo 6 : 9

   Jesús nos enseña aquía a ir al padre, y primeramente honrarlo en todo la que hagamos, ¡Dios tiene que ser el primero. Nosotros no somos los primero, nuestro padre celestial es el primero. Debemos honrar su nombre, glorificar su nombre, alabar su nombre.
   Nuestras necesidades no son más importantes ni más urgente que la honra a Él. Cuando le honramos primero a Él, entonces el cuida todo lo nuestro. Cuando primero le damos honra y le agradecemos a Dios nos alineamos y nos hacemos uno en armonía con el cielo. Entonces Dios desata lo que hay en el cielo aquí en la tierra.

venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra - Mateo 6:10

2-. Recibamos revelación de dios.

   Cuando ministramos a Dios, Él nos responde. La revelación es una manifestación de Dios a los hombres. Es el descubrimiento de algo secreto. No es algo aprendido en libros o investigaciones, sino un conocimiento que viene del cielo. Son instrucciones divinas.

Ministrando éstas al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para al obra a que los he llamado - Hechos 13 : 2

   Después de ellos ministraron a Dios, el Espíritu Santo hablo y desató revelación e instrucciones. La revelación viene por medio de oir, ver, sentir y percibir. Cuando ministramos al Señor, repentinamente sentimos orar por alguien. Jesús nos dice porque esta intercediendo Él en ese momento, y nos hacemos uno con su ministerio de intercesión. Cuando ministramos a Dios repentinamente comenzamos a ver, oir, percibir, sentir. y recibir revelación de Dios y comenzamos a orar lo que nuestro sumo sacerdote esta orando.

Y   de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pués qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos pero el Espíritu  mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles, - Romanos 8 : 26

  Nosotros no sabemos comó orar, pero después de ministrar a Dios, Él nos da instrucciones acerca de qué orar, y nos alineamos, y legamos hacer uno con Él y recibimos un gran rompimiento.

3-. Empecemos a interceder. 

   Guiados por sus instrucciones empezamos a interceder. Declaramos y confesamos la que el sumo sacerdote está diciendo, lo mismo que Dios está declarando. Entonces nuestra oración e intercesión se vuelven poderosa. Nos paramos en la brecha por otros; atamos y desatamos; siempre conectados con Jesús.

Y a tí te daré las llaves  del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatare en la tierra, será desatado en el cielos. - Mateo 16:19.

   En el libro de los Hechos, antes de que Pedro fuera liberado sobrenaturalmente de la prisión, dice la biblia que la iglesia ofrecía a Dios oraciones por Él.

Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacia sin cesar oración a Dios por él - Hechos 12:5

                       ¡La oración continua produce victorias continuas!   
   
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida IV. Clases para Casas de Paz. Ministerio Internacional del Rey Jesús. Enero 2014.

jueves, 9 de julio de 2015

ROMPIENDO EL SILENCIO



(Jesús) les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura-Marcos 16:15.

     En el versículo de arriba, igual que en Mateo 28:19, Jesús llama a sus discípulos a ir a la gente de todas las naciones a enseñarles cómo conacerles y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. Tras su resurrección, Jesús se le aparecío a los once que estaban reunidos-llenos de temores e incredulidad-, y les mandó ir por el mundo,y  romper el silencio, para enseñarles a los demás que Cristo debe ser el centro de sus vidas.

    Sin duda, la gente necesita escuchar el evangelio del reino para poder ser salva. Por eso no podemos permanecer callados. ¡Tenemos que romper el silencio! si hemos conocido a Jesús como nuestro señor, ya somos salvos. Pero, ¿qué hay de aquellos a quienes nadie le ha predicado la palabra?. Somos nosotros los creyentes quienes tenemos que compartir las buenas nuevas del reino.

El evangelio.

    La palabra evangelio aparece con frecuencia en el Nuevo Testamento y proviene del griego euaggelion , que significa "nuevas noticias, buenas nuevas, o proclamar las buenas  nuevas". El evangelio del reino nos trae buenas noticias acerca de salvación, sanidad y de la total provisión que le corresponde a los hijos (as) de Dios. Son noticias de cambio, renovación, transformación y liberación.

Jesús predicó el evangelio del reino. 

   Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a galitea predicando el evangelio del reino de Dios diciendo: El tiempo dea cumplido y el reino de Dios se ha acercado, arepentios y creed en el evangelio- Marcos 1 : 15.

   Deacuerdo con el texto biblico, los dos puntos básicos que se requieren para entrar en el reino de Dios son: arrepentirse y creer.

    Arrepentirse no es solamente cambiar de mentalidad, de manera que pueda comenzar a vivir una vida diferente. eso es apena una parte. Lo  más importante es que, a partir de ahora, ya no vivo para agradarme a mí mismo, ni tampoco hago lo que quiero, siento o pienso, sino que al arrepentirme, pongo mi vida, mente, emociones y deseos bajo el señorío del reino de Dios, y su Rey Jesús. Algunas personas dicen haberse arrepentido, pero por ningún lado se alcanza a distinguir el fruto de su arrepentimiento. Si no podemos someternos a las autoridades en la Tierra, a las  cuales vemos, ¿Cómo vamos a someternos a Dios, a quien no vemos?.

    El reino es dominio de un rey. Todo reino tiene un rey que influencia, gobierna, señorea y ejerce un impacto visibles sobre un territorio. No existe rey sin territorio. La palabra de Dios nos llama a cada creyente, "reyes y sacerdotes". Eso quiere decir que a cada uno nos ha sido dado un territorio sobre el cual tenemos que ejercer dominio, influencia y gobierno.

   En el reino de Dios no puede prevalecer el pecado, los demonios, la muerte ni la enfermedad. S hasta hoy estas cosas ha predominado este mundo, es porque nos hemos quedado callados. Hoy ha llegado el momento de romper el silencio. Abramos nuestra boca para declarar, decretar y establecer que el Gobierno de Dios ha llegado a nuestras vidas.

    Algunos creyentes esperan morir para llegar al cielo. Sin embargo, Jesús nos enseñó a pedirle al Padre  que el cielo venga a la tierra y que aquí también se haga su voluntad- Mateo 6:10 - Lucas 11: 2.

Qué quiere Dios que hagamos.


    Dios quiere que rompamos el silencio. Demasiado tiempo hemos callado nuestra fe en Cristo, nos hemos escondido tras el temor, la verguenza, la culpabilidad y la apatía. Hoy, Dios nos llama a tomar una posición, y a predicar el evangelio a esta generación perdida.

¿Cómo Hacerlo? .

-. Debemos dejar la  verguenza y el temor a un lado y predicar el evangelio en los colegios, universidades, vecindadero, en las calles y en todas partes.
 
-. Debemos romper el silencio de la religión, y anunciarles a todos que Jesucristo está vivo, que sigue haciendo milagros, y que él es  el único  camino, la verdad y la vida.
 
-. Debemos dejar a un lado la apatía y salir con pasión a salvar las vidas de la gente de nuestra verdad. 
 
-. Debemos vencer el temor, y demostrar el poder que tiene nuestro mensaje. Tenemos que salir a la calle y demostrar el reino: con milagro, señales y maravillas.
 
¿Qué necesitamos pára rompre el silencio?.

-. Tener pasión por la gente. 
 
-.  Tener un fuerte deseo de movernos en el poder sobrebatural de Dios.

-. Tener un estilo de vida de adoración e intercesión 

Tres cosas que evitan que prediquemos el evangelio.

-. Temor a cometer errores.

-. Temor a perder la reputación.

-. Temor a lo desconocido.

    La gente de nuestra ciudad y nuestro país precisa que rompimos el silencio y traigamos libertad a sus vidas. Sin importar su edad, sexo, hoy quiero invitarles a que seamos portadores de buenas noticias para nuestros vecinos, amigos y familiares. Rompamos el silencio, porque sólo así podremos cambiar la historia de nuestra generación.