PAGINA PRINCIPAL

miércoles, 24 de junio de 2015

NO PODEMOS SERVIR A DOS SEÑORES



Ninguno puede servir a dos señores...No podéis servir a Dios y a las riquezas-Mateo 6:24.

   A menudo, el dinero se convierte en la máxima prioridad para algunas personas. Es importante que hoy entendamos que todo aquello que consideramos más importante que Dios, pasa a convertirse en nuestro dios. Por ejemplo, muchos se sienten fácilmente atraídos a comprar lo último en tecnología, a última moda en zapatos u ropa a vivr una vida disipada y extravagante.

   Vivir con libertad financiera no es malo. Sin embargo, el dinero se convierte en malo cuando intenta quitarle el primer lugar que le corresponde a Dios. Por ejemplo, si el dienro ocupa la mayor parte de nuestro pensamiento, de nuestro interés, y vivimos y morimos por dinero, entonces él viene a ser nuestro dios. En cambio, si permitimos que Jesús sea el número uno en nuestro corazón, en nuestros pensamientos, y en nuestra vida, entonces podemos afirmar que servimos al único y verdadero Dios.

¿Puede el dinero reemplazar a Dios?.

   En realidad, nada ni nadie puede reemplazar a Dios. Sin embargo, la obtención de las riquezas puede reemplaxar a Dios del lugar que debe ocupar en nuestros corazones. De ahí que es importante que a menudo nos chequeemos, para ver qué o quién está sentado en el trono de nuestras vidas.

Asi Dios Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe de sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar; en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová - Jeremías 9: 23, 24

El amor al dinero nos lleva al mal.

Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.-1Timoteo 6:10.

   En la primera carta que Pablo le escribe a Timoteo, le dice, "porque raiz de todos los males es el amor al dinero - Timoteo 6:10". Aqui, la palabra que capta nuestra atención es "amor". El apóstol dice que "el amor al dinero" no es malo, sino "el amor al dinero". Este es el motivo por el cual debemos poner nuestras prioridades en orden, para no convertir al dinero en nuestro peor enemigo.

   Servimos lo que amamos, y si lo que amamos es el dinero, entonces servimos al dinero. Lucas 12:34 dice: "Porque donde esta vuestro tesoro, allí estará también nuestro corazón"

¿Está preparado para servir a un pedazo de papel con números? ¡Yo No!. Yo voy a servir al único Dios verdadero, al que es dueño del oro y la plata, a quien puedo odorar y alabar todos los dias de mi vida. Algunas personas religiosas al leer 1Timoteo 6:10, creen que el dinero es malo, y que los riquezas vienen del diablo. Su falta de entendimiento los hace creer que la prosperidad es algo que proviene directamente  del infierno. Hoy debemos entender que la prosperidad viene de Dios. Él no desea que sus hijos vivan en la pobreza. ¡Dios quiere que vivamos en abundancia!

Sino acuérdate de Jehová tú Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fín de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.-Deuteronomio 8:18

¿Como podemos honrar a Dios?.

Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos. Y serán llenos tus graneros con abundancia y tus lugares rebosarán de mosto. -Proverbios 3: 9.

   Dios pide que lo honremos con nuestros bienes. Hacemos esto cuando le entregamos el 10% de todo lo que recibimos,y aún damos más en forma de ofrendas. Al hacerlo, él nos promete bendiciones sin limites. Esto quiere decir que mientras más damos, más vamos a recibir. ¡Y más grande será nuestra recompensa celestial! Diezmar y dar ofrendas es una de las mejores forma de probar el corazón del hombre. Sólo así podemos ver qué lugar ocupa Dios en nuestras vidas.

¿Robará el hombre de Dios?, Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En que te hemos robado?. En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfoli y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré la ventana de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. - Malaquias 3 : 8-10.


Las riquezas y las codicias.

   La codica es el deseo desvergonzado de poseer lo que por derecho le pertenece a otro. El codiciosos es lapidador de lo propio y deseoso de lo ajeno. El décimo mandamiento establece: "No codiciarás la casa de tu prójimos, no codiciaras la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni coasa alguna de tu prójimo.- Exodo 20 : 17.

Jesús dijo: Mirad y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. - Lucas 12:15.

   En Lucas, Jesús dice que el "Codicioso no es rico para con Dios". En Efesio 5:5, Biblia afirma que "ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idiolatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios ". Como vemos en los textos bíblicos, el codisioso, como el idolatra o el fornicario, niegan su fe en Dios y se burlan de los valores divinos. De allí la importancia de aprender a depender de Dios, no del dinero.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida IV. Clases para Casas de Paz. Ministerio Internacional del Rey Jesús. Enero 2014.

lunes, 8 de junio de 2015

LA ORACIÓN NOS DA DERECHO



Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás
 justicia. – 1 Reyes 8:4

   Como hijos de Dios, debemos vivir una vida de oración e intercesión. Dice la Escritura que cuando el pueblo saliere en batalla contra sus enemigos por el camino que Dios les mande, y oraren a Jehová, Él oirá en los cielos su oración y su súplica, y les hará justicia. La Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI) dice acerca de éste mismo versículo, “…y defenderá su causa”. Pero la Biblia Reina Valera Antigua (RVA) es más contundente cuando dice, “… y les hará derecho”. Es decir que, según la Biblia, la oración nos otorga derecho ante los ojos de Dios.

    Nuestro caminar con Dios debe ser una entrega completa. Si hay áreas en nuestra vida que aún no hemos rendido a Él, entonces Dios no tendrá derecho legal sobre ellas, y no será responsable de lo que suceda en esas áreas. Él sólo puede ser Señor en las áreas que le entregamos. Por ejemplo, si no le rendimos nuestras finanzas, Él no puede reprender al devorador como ha prometido.

    Cada día el enemigo tratara de desviar nuestra atención, con el fin que nos olvidemos de orar e interceder. Por el contrario, él quiere vernos luchando contra personas o contra circunstancias. Poe eso, en una clase anterior aprendimos que “nuestra lucha no es contra carne ni sangre”, sino contra principados, potestades, huestes de maldad, y contra gobernantes de las tinieblas. Cuando comprendemos esto, nuestro enfoque vuelve a centrarse por completo en nuestro Padre celestial, y así retomamos nuestros derechos como hijos (as) de Dios.

Oración de intercesión

   Existe un conflicto permanente entre el reino de las tinieblas y el reino de la luz, de la misma forma en que existe un conflicto entre el espíritu y la carne. Por ese motivo, Dios llama a Su pueblo a una dimensión más alta de oración e intercesión.  

Cuando oramos nos alineamos a la voluntad de Dios. La oración es lo único que puede cambiar nuestras vidas y nuestras circunstancias, pero para eso necesitamos conocer nuestros derechos.

¿Cuáles son nuestros derechos?
1.    Dios nos da el derecho de ser sus hijos:
 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. – Juan 1:12.
  Cuando recibimos la revelación de que somos hijos e hijas de Dios, dejamos de ir ante Su presencia como pedigüeños o como mendigos. Por el contrario, vamos confiadamente, como hijos, a hablar con nuestro padre. Entramos y cerramos la puerta, sabiendo que tenemos derecho a hacerlo. Dice Mateo 6:6 “nuestro Padre que ve en lo secreto nos recompensará en público”
2.    Dios nos da autoridad.
La palabra “autoridad” viene del griego Exousia, que significa, “derecho legal para  usar poder y actuar como Dios”. Autoridad, es el poder que como creyentes tenemos para actuar en Su nombre.
3.    La sanidad es nuestro derecho.
La provisión de Jesús en la cruz es total. La obra redentora de Cristo, incluye salvación y sanidad.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.  Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. – Isaías 53; 4-5
4.    La salvación es nuestro derecho.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es donde Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. – Efesios 2:8-9
5.    La prosperidad es nuestro derecho:
En 2 Corintio 8:9 vemos que Jesucristo se hizo pobre, para que nosotros fuésemos enriquecidos. Y en Juan 1:2, leemos: “Amado, yo deseo queseas prosperado en todas
las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu almas”
6.   La liberación es nuestro derecho.
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. – Juan 8:36

   Es nuestro derecho ser libres de las ataduras que producen la iniquidad y el pecado. La liberación es el pan de los hijos. Por lo tanto, las maldiciones, adicciones y enfermedades no son la voluntad de Dios. Apropiémonos del derecho que tenemos de ser libres de toda opresión demoniaca.
   Sin embargo, todo derecho que no es otorgado, implica una obligación: obediencia.
   Debemos obedecer a Dios y a las autoridades por Él puesta. Decídase hoy a entregar toda área de su vida Jesucristo y tome su posición como hijo de Dios. Comience desde hoy a gobernar efectivamente por medio de la oración y la intercesión.

   “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.” – Juan 14:23

Siembra y cosecha

Éxodo 12:1-13

La protección de Dios es para todos los que estamos bajo pacto
   
Solo para líderes

OBJETIVOS

 -. Conocer nuestros derechos como hijos (as) de Dios.
-. Aprender por que debemos entrar en una nueva dimensión de oración e intercesión.

PREGUNTAS FINALES
 -. ¿Cuáles son los dos conflictos que enfrentamos a diario?.
-. ¿Cuáles son nuestros derechos como hijos (as) de Dios?.
-. ¿Cuál es la condición para reclamar nuestros derechos?.

APLICACIÓN 
 -. El líder hará el llamado para la salvación aceptando a Jesús como Su Señor y Salvador.
 
 -. Guiara al grupo a declarar los derechos que Dios les ha dado.
 
 -. Orará por las necesidades del grupo.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida IV. Clases para Casas de Paz. Ministerio Internacional del Rey Jesús. Enero 2014.