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viernes, 2 de octubre de 2015

DAME DE BEBER.


Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el Don de Dios, y quién es el que te dice; Dame de beber; Tú le pedíras, y él te daría agua viva- Juan 4:10

   ¿Alguna vez has sentido sed extrema? Cuando eso ocurre, el cuerpo cae en estrés, da fiebre y se siente débil. Cuando la sed  llega al máximo viene la deshidratación. La  persona se siente mariada, su visión se nubla y pierde el conocimiento. A veces tienen alucinaciones y hasta considera la muerte. ¿Qué haría usted si ve a alguien en esta situación? ¿le daría la espalda o le daría de beber?... ahora, imagine lo que sufre el alma cuando no recibe el "agua" que sacia para vida eterna.

Vino una mujer de Samaria a sacas agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le dijo: ¿Como tú, siendo judío, me pides a mi de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre si. Respondió Jesús y le dijo: si conocieras el Don de Dios, y quién es el que te dice: dame de beber; tú le pedirías, y el te daría agua viva. La mujer le dijo: Señor, no tiene con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿de dónde, pues, tiene el agua viva?. ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron el, sus hijos y sus ganados? Respondió Jesús y le dijo: cualquiere que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame  esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla - Juan 4 : 7-15

El objetivo de Jesús.

   El objetivo principal de Jesús no era beber agua del pozo, sino al contrario,darle de beber a la mujer, el agua viva que perdura para siempre. Jesús sabía que la vida de la samaritana había sido difícil; que estaba sedienta de Dios. Por eso, su conversación tiene como objetivo cumplir el propósito para el cual fue enviado por Su padre, y cumplir su propio deseo de llevarla a la vida eterna. Lo mismo debemos hacer nosotros con quienes conocemos. Debemos aprovechar cualquier oportunidad para darles de beber del agua que sacia la sed para siempre: Jesús. Imagine por un momento, cuál hubiera sido el destino de esa mujer si Jesús no se hubiera detenido cerca del pozo, y le hubiera dicho "Dame de beber".

La samaritana no sabia que quería. 

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el Don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva - Juan 4:10

   La samaritana ni siquiera sabía que  tenía sed. Jesús tuvo que ayudarla a identificar su situación. Ella tenía un vacío tan grande, y su alma estaba tan seca, que andaba buscando en los hombres alguien que saciara su sed. Pero sólo Jesús podía ofrecerle "agua viva". Así como la mujer samaritana, a nuestro alrededor hay muchas personas que estás dispuestas a oír la palabra de Dios, y nosotros somos los llamados a hablarles de Jesucristo, el único que puede saciar su sed espiritual.

Sólo Jesús ofrece vida eterna. 

Respondió Jesús y les dijo: cualquiera que bebiere de esta agua , volvera a tener sed; más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en el una fuente de agua que salte para la vida eterna  Juan 4 : 13, 14

   Muchas personas  beben del agua equivocada, por eso su sed nunca se sacia. Veamos el siguiente ejemplo: La gente que queda a la deriva en medio del océano, por su desesperación beben agua del mar, y  cuando la hacen se deshidratan más y mueren. Ellos necesitan otra clase de agua para vivir.

   Asimismo, hay quienes buscan saciar  la sed de su alma con cosas materiales. Sin embargo, ni el dinero, ni comodidad, ni  fama, ni títulos, ni relaciones, pueden saciar esa sed. ¡Sólo  Dios!  El agua que Jesús nos da es vida espiritual. "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba" Dice la biblia en Juan 7:37. El verbo beber está en presente continuo, lo que significa que es una acción continua y repetida. Quieres decir, beba una y otra vez hasta saciarse. Beber repedidamente del agua viva, exige estar conectado con la fuente, que es Jesús. Lejos de la fuente, no podemos beber del agua  de la vida


¿Como ofrecer agua para la vida eterna?.

Hablandoles.Tenemos que hablarles a nuestros seres queridos, a los amigos, compañeros de trabajo y de colegio. Que nadie se quede sin oír  acerca de Jesús y de la salvación que tendra a penas lo reciban en  sus corazones. Deben saber que el es  el único que ofrece vida eterna, porque es el hijo de Dios.

 Ayudándolos a ver.  Debemos hacer que vean su actual condición y su necesidad de salvación. Jesús hizo que la samaritana entendiera que, realmente tenía sed y necesitaba de Él.

Ofreciéndoles pruebas. Cuando la samaritana dijo que no tenía marido, Jesús le respondió con palabras de conocimiento que eso era verdad, pues había tenido cinco y el actual no era su marido (Juan 4:18). Eso hizo que ella creyera. Nosotros también debemos probar la veracidad de lo que decimos. Use su testimonio, ore para que Dios haga un milagro o dé una palabra de ciencias.

Dandole una solución. Muestréle para que la única solución a su problema es Jésus. Haga que desean su salvación (trótelos) y luego llévelos al pozo donde pueden encontrar "agua viva".

 Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga, nos declará toda las cosas. Jesús le dijo: Yo Soy, el que habla contigo - Juan 4: 25 , 26.

   La gente se muere de sed espiritual  y anhela desesperadamente algo verdadero. Dios es el único que en la sequía sacia nuestra alma ( Isaias 58-10). Usted sabe donde hallar el agua que el mundo necesita. Vaya y digale: ¡sí alguno tiene sed, venga y beba de Jesús.
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida IV. Clases para Casas de Paz. Ministerio Internacional del Rey Jesús. Enero 2014.

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