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viernes, 24 de junio de 2016

NO SE RINDA, SIGA HACIENDO EL BIEN.

No nos cansemos pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos - Galátas 6: 9.

   Por lo general, la gente joven es apasionada. Su edad le ayuda a correr con pasión, energía y fuego, pero muchas veces, con la misma aceleración y energia con la que se levantan, caen. Aunque todos en algún momento nos cansamos, la fatiga que afecta a la mayoría de personas no es fisica sino espiritual.

   La fatiga puede desgarrar el espíritu de la gente. Ciertamente, hay algunos que se cansan de hacer el bien, aunque hay muchos que no se cansan de hacer lo malo. En Gálatas 6:9, la frase  "hacer el bien" es comparada con una semilla y la cosecha que de ella se obtiene. Hacer el bien es maravilloso, porque según la biblia, en el tiempo correcto cosecharemos si no nos damos por vencido. Es una forma de sembrar esperando una buena y abundante cosecha, que un día se multiplicará exponencialmente.

Algunos requisitos para hacer el bien.

1-. Decidir hacer lo correcto.
Todo comienza con la decisión. La gente debe decidirse a hacer lo bueno y lo correcto.

2-.Disciplina.
No se puede hacer lo bueno sólo de vez en cuando. Hacer lo correcto, de forma continua, requiere disciplina y compromiso.

3-. Dominio propio.
Aun cuando todos a su alrededor hagan lo malo  creyendo hacer lo correcto, usted debe tener dominio propio y no desmayar.

4-. Tener los motivos e intenciones correctos .
Hay una gran diferencia entre un hombre que edifica un hospital para ayudar a los enfermos, y un hombre que edifica un hospital sólo para beneficiarse del dolor y la miseria de otros. Aunque los dos edifican un hospital, ciertamente ayudará a muchas personas en sus necesidades de salud, la intención y la motivación de cada uno varia grandemente. Uno tiene el deseo desinteresado de ayudar a la gente, mientras que el otro tiene el deseo egoísta de enriquecerse por medio del sufrimiento de los demás.

5-. Pida ayuda. 
Es difícil hacer el bien en todo momento, especialmente si lo hacemos en nuestras propias fuerzas. Por tanto, debemos pedirle al Espíritu Santo que nos ayude; que nos dé convicción  de lo que es bueno, y que nos muestre cuando hacemos lo malo, con los motivos e intenciones equivocados.

   Es una bendición hacer el bien. Las buenas obras no nos llevan al cielo. Pero, si nos puede producir honor y honra a nuestro Padre Celestial.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombre, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.-Mateo 5:16  

   En Gálatas 6:9 que leímos al inicio, el apóstol Pablo nos exhorta a no desmayar en hacer el bien. Es razonable que nos cansemos físicamente,pero cuando servir y ayudar a otros nos cansa - a tal punto de no ver la bendición que Dios envia por hacerlo -, es hora de recordar lo que dice la palabra. "no nos cansemos pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, sino desmayamos"

Tres motivos para hacer lo bueno. 

1-.La voluntad de Dios.
 Hacer la voluntad de Dios nos motiva a:

a-. Hacer lo bueno.
b-. Evángelizar y ganar almas para Cristo
c-. Evitar que la gente vaya al infierno por la eternidad.
d-. Orar por las necesidades de los demás.

   Dios quiere que seamos instrumento de bendición; que seamos sus ojos, sus oidos, sus manos y sus pies, para que otros puedan concerlo, y reciban salvación y vida eterna además de todas las bendiciones que vienen por la obra redentora de Cristo en la cruz.

   Cuando nuestra mente es renovada, todo esto se convierte en algo común para nosotros. Si perdemos la motivación, la voluntad de Dios, siempre estará allí para mostrarnos  nuevamente el camino correcto. Por tanto, no debemos conformarnos, sino que debemos ser transformados por medio de la renovación de nuestras mentes.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, agradable y perfecta.- Romanos 12:2

2-.El amor de Dios. 
Cuando todo falla, el amor siempre vence. El amor de Dios siempre nos va a motivar a seguir haciendo el bien y a perseverar. Entender que Dios nos ama, aleja toda preocupación de lo que pueda suceder, o cómo  Él nos va a proveer. Saber que Dios nos ama alimenta nuestra pasión por ayudar a otros y por confiar en Él en todo.

3-. El temor del señor. 
Si el amor de Dios no es suficiente, el temor del señor nos debe motivar a dar con sacrificio, y a seguir haciendo el bien. El temor de Dios demuestra nuestro respeto, reverencia y obediencia a Dios. También nos motiva a ganar almas.

Conociendo,  pues,el temor del señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifesto lo que somos;y espero que también lo sea a vuestras concienciass.- 2Corintios 5:11

   No es hora de desmayar sino de perseverar, de seguir adelante. Hacer el bien garantiza que una cosecha abundante llegue a su vida. Por tanto, haga siempre lo bueno. ¡Ayude a otros!. Haga lo bueno y espere que la bendiciónde Dios lo alcance.

   Si se siente cansado y agotado de hacer el bien, pídale al Espíritu Santo que le renueve las fuerzas como el águila, porque la obra no ha terminado. Dice la biblia que hasta "los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levántaran alas como las águilas;correrán y no se cansarán; caminaran, y no se fatigarán".- Isaías 40:30-31

   ¡No se rindan! ¡Persevere!. Todavía hay muchos que necesitan conocer a Jesús y su obra redentora en la cruz. Nosotros somos los instrumentos que Dios eligió para guiarlos a a ellos a la salvación y a la vida eterna. ¡Atrévase a hablarle a sus familiares y amigos de Cristo!. Recuerde que, aunque no vea en ellos una reacción inmediata, escrito está que ¡La palabra de Dios nunca vuelve vacia!.- Isaías 55:11
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida IV. Clases para Casas de Paz. Ministerio Internacional del Rey Jesús. Enero 2014.

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