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jueves, 17 de septiembre de 2015

LLAMADOS A COSECHAR



¿Nos dicen ustedes: "Todavía faltan cuatro meses para la cosecha"? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura.-Juan 4:35 (NVI)

La cosecha: Es el resultado de una siembra. Cosechar es el acto de recoger los frutos, pero también es la temporada de segarlos o recolectarlos cuando están en su punto de madurez. En el versículo anterior, Jesús compara los frutos maduros y listos para ser recogidos, con la gente que anda perdida por el mundo, a quienes ya les llegó su hora y anhelan ser rescatados. ¡Esa es una cosecha de almas!

Los obreros:  Son cada uno de nosotros los creyentes, quienes fuimos enviados por Jesús para ir a recoger la cosecha (Marcos 16:15). La biblia nos enseña que la cosecha "esta madura". Otras traducciones dicen que la cosecha "esta lista". En esencia los dos términos quieren decir que las almas están listas para oír hablar de Jesús; están listas para ser evangelizadas. Pero ¿dónde están los obreros que recogerán esa cosecha?. Jesús nos dice que no hay muchos obreros

Jesús al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como obejas. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros poco. Rogad , pues, al señor de la mies, que envie obreros a sus mies,- Mateo 9:36 -  38

   En decir, que si comparamos la cantidad de personas que están listas para recibir a Jesús en su corazón, con el número de personas evangelizando, no somos suficiente- ¿Qué hacer", orar a Diospara que Él envíe más obreros a su Mies.

La Mies: Son los campos sembrados. En el sentido que la Escritura usa el término, son; las escuelas, barrios, universidad, centros de trabajo, gimnasios, en fin, donde quiera que alla gente con necesidad físicas y/o espirituales. Enviar obreros, es mandarlos a los campos a recoger cosecha. Necesitamos gente dispuesta a cuidar la cosecha, y todos debemos estar preparados.

Fuimos llamados a cosechar.

   Una  planta para que crezca requiere que la atendamos;necesita tener oxígeno, agua, luz. En otras palabras, necesita cuidado. Se ha demostrado que cuando les hablamos a las matas, crecen más rápido y mejor que cuando son ignoradas. Lo mismo sucede con la cosecha de almas. Los nuevos creyentes requieren que los cuidemos, los amemos y le dediquemos tiempo.

1-. Cuidado. Todos los que se acercaron a Jesús ténian una necesidad. Unos necesitaban sanidad, otros liberación de demonio. Jesús los atendió y cuido a todos. Ellos recibieron lo que necesitaban. ¿Porque lo hizo Jesús? porque sentía commpasión por ellos y le importaban. Se identificó con su necesidades y se volvio para resolverlas. No basta con cuidar y tener compasión por la gente, debemos movernos en compasión. Sentirnos mal por los indigentes no llena sus estómagos. Hay que satisfacer su hambre física y orar por sus necesidades espirituales y emocionales.

Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundio su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, los lunáticos y paralíticos; y los sanó.- Mateo 4: 23 - 24

2-.Amor. Tan como sucede con las plantas, los nuevos creyentes necesitan que les demo amor. Una acción vale más que mil palabras. Nuestro Padre Celestial nos mostró Su amor, entregándonos lo que ÉL más amaba: Su  hijo unigénito.

Porque de tal manera amó Dios  al mundo , que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.-Juan 3:16


3-. Tiempo. En  el mundo moderno, el tiempo tiene mucho valor. Es parte de nuestra vida. Por eso, cada segundo cuenta. Cuando usted le dedica tiempo a un nuevo creyente, le está dando lo que usted más valora: ¡Su vida! Hay estudios que demuestran que las plantas crecen más saludable cuando invertimos tiempo regándolas, arrancando la hierba mala que crece a su alrededor, incluso hablándole. De la misma forma funcionan los nuevos creyentes. Cuando les hablamos, oímos sus problemas, e invertimos tiempo con ellos nuestra cosecha de almas maduran con rapidez.

   Es nuestro deber atenderlos, amarlos e invertir tiempo en ellos, de la misma forma como Dios lo hizo con nosotros.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribucación, por medio de la consolación con los que nosotros somos consolados por Dios.- 2Corintios 1: 3-4 

Respondiendo al llamado. 

Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis
 entrado en sus labores. - Juan 4:38
Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida IV. Clases para Casas de Paz. Ministerio Internacional del Rey Jesús. Enero 2014.

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