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viernes, 17 de abril de 2015

EL LUGAR DONDE ORAMOS




Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.- Lucas 11:1

   Muchos hemos aprendido a orar porque queremos ir al cielo. Sin embargo, el plan de Dios es que el cielo venga a la tierra, y que la voluntad de Dios – es decir, Su gobierno y Sus leyes-, se cumpla en la tierra, de la misma forma que se cumple en el cielo. Bíblicamente, nosotros tenemos la habilidad de hacer que esto suceda por medio de la oración.

   Todas las obras que hizo Jesús mientras camino en la tierra, provinieron de dos aspectos de Su vida: Su identidad como hijo de Dios y Su vida de oración. Todos los milagros, toda la sabiduría, todo Su poder, absolutamente todo, era el resultado de Su identidad como hijo de Dios y de Su vida de oración. Antes de partir, Jesús nos empoderó para que podamos aplicar los mismos resultados. Es decir que nosotros también podemos actuar desde nuestra identidad como hijos de Dios, y desde el poder que recibimos por medio de nuestra vida de oración.
 

   No obstante, es común ver que mucha gente deja de orar porque no ve sus oraciones contestadas. Cuando no tenemos revelación, orar se convierte en algo irrelevante; pero la oración no puede ser algo irrelevante para un hijo de Dios. Una vez más tengo que decir que Jesús operaba desde Su vida de oración, y todo lo que hizo en la tierra provino de “allí”. Por eso, hoy aprenderemos acerca del lugar donde oramos, de manera que seamos capaces de traer el cielo a la tierra, aquí y ahora.

El lugar donde oramos.

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.- Mateo 6:6

   Orar es entrar al lugar secreto para tener “relación” con dios como nuestro padre, entonces simplemente somos una persona religiosa mas, haciendo vanas peticiones que no suben al trono del padre. Tener “relación” con Dios, es tener: 1) comunión 2) compañerismo 3) comunicación 4) oración.


   Si observamos las religiones del mundo nos damos cuenta que ninguna de ellas incluye tener una relación con Dios; es más, ven eso como algo extraño. Esto se debe a que las religiones adoran a dioses muertos. Sin embargo, nuestro Dios está vivo. Jesús resucitó, su tumba está vacía, Él está sentado a la derecha de nuestro padre celestial, pero vive en cada uno de nosotros. Por eso es importante que tengamos “relación” intima con Él. Si descartamos la “relación”, acabamos metido en una religión, y nada nos diferencia de cualquier mundano. Las recompensas que promete la biblia a quienes amamos a Dios, están determinadas por la  “relación” que mantenemos con nuestro padre, “allí”, en el lugar secreto-


Un lugar llamado “Allí”.

La biblia llama a ese lugar: “allí”. Mateo nos muestra a Jesús diciéndoles a sus discípulos:

 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. - Mateo 18:20

   “Allí” es el lugar donde dios se encuentra con nosotros. En realidad, el lugar físico no es lo más importante, incluso puede variar, aunque si es importante que lo conserve limpio y ordenado. Puede ser su dormitorio, su carro, su ropero o el garaje de su casa. Sin embargo, una vez que usted escoge el lugar, “allí” es donde Dios lo esperara cada día.
   Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía Y tuvo miedo, y dijo: !Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.- Génesis 28:16-17


   En ese lugar, Dios comienza a relacionarse con usted, y usted con Él. “allí”  Dios comienza a cambiarlo, restaurarlo, darle paz, y gozo. En ese lugar usted tiene un encuentro cara a cara con su presencia, y Él le revela sus secretos. En el antiguo testamento ese lugar era llamado “allí” o lugar santísimo, pero Jesús lo llamó el “lugar secreto”.

“Allí” somos empoderados.

    Más él se apartaba a lugares desiertos, y oraba. Aconteció un día, que él estaba
enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar. – Lucas 5:16-17


   Como vemos, Jesús iba “allí” a orar y en ese lugar Él se llenaba de poder. Todos necesitamos el poder de dios en algún área de nuestra vida. Sin embargo, como observamos en los versículos de arriba, sin oración no hay poder. Es por medio de la oración que dios nos empodera para vencer toda adversidad y las asechanzas del enemigo.

El poder viene de la oración.

   Cuando un cristiano no tiene poder para vencer el pecado, el desánimo o la depresión, es porque no lleva una vida de oración; es decir, que no tiene “relación” con Dios. Cada vez que Jesús se retiraba a orar en ese lugar llamado “allí”- en medio del desierto, en lo alto de un monte o en un huerto, sea de día o de noche-, siempre volvía con poder de lo alto. De la misma manera, cada vez que usted sienta que le falta poder, es porque su vida de oración esta débil, todo lo demás estará débil. 

   Hoy debemos tomar la decisión de ir a ese lugar secreto diariamente y tener un encuentro fresco con Dios. “Allí” recibiremos su poder sobrenatural.





Siembra y cosecha

Mateo 6:33

Buscad el reino es lo más importante. y lo demás es  añadidura.
  

Solo para líderes.

OBJETIVOS
·          Enseñar a todos el lugar llamado “allí”-

·          Animar a la gente a orar cada día en ese lugar

PREGUNTAS FINALES

·          ¿Cuál es la “relación”?

·          ¿Cuáles son las dos aéreas desde las cuales Jesús operaba?

·          ¿Dónde esta el lugar llamado “allí”?

APLICACIÓN

·          El líder invitara a todos a aceptar a Jesús como su señor y salvador. 

·          Los guiara a hacer el compromiso de orar cada día, y los retará a orar una hora diaria.

Bibliografia.
Guillermo Maldonado. 52 Lecciones de vida IV. Clases para Casas de Paz. Ministerio Internacional del Rey Jesús. Enero 2014.